Las siglas AICLE,
o AICOLE responden a Aprendizaje
Integrado de Contenido y Lengua (del inglés
CLIL: Content and Language Integrated Learning.
Este método de aprendizaje del idioma consiste en el empleo
de la lengua extranjera (L2) como vehículo comunicativo en asignaturas de contenido, es decir, diferentes de la
asignatura que enseña dicha lengua. Requiere, por tanto, que se incluyan
contenidos semánticos y expresivos especializados. Pero no se trata de someter
a los alumnos a una inmersión equivalente a la que supondría la pertenencia a
un grupo escolar de niños o adolescentes nativos en el país de habla de dicha
lengua, y bajo el sistema educativo propio.
Consiste, más bien, en una inmersión controlada, a la que se someten
alumnos en proceso de adquisición de dicha lengua todos ellos, y cuya lengua
materna (L1) suele ser la misma. En
dicho contexto, todos los profesores implicados en el método son profesores de
L2. Hablamos, entonces, de profesores de
contenido y profesores de lengua
(content and language teachers), en inglés.
Una de las teorías en las que se basa este planteamiento, es la teoría de interdependencia lingüística del Dr. James Cummins (Ontario Institute for Studies, Universidad de Toronto), según la cual dos lenguas son como dos icebergs separados, aparentemente, porque, bajo la superficie, pertenecen al mismo gran pedazo de hielo. Esta zona sumergida, fuera de la vista, es lo que Cummins define como The Common Underlying Proficiency (CUP), o capacidad común subyacente. ¿Qué quiere decir esto? Que el conocimiento de una lengua a niveles superiores al empleo coloquial, el conocimiento a nivel más académico, proporciona a la mente recursos para adquirir una segunda lengua (y una tercera, y una cuarta…) porque las capacidades que requieren esfuerzos cognitivos mayores, como la lecto-escritura, el aprendizaje de contenidos, el pensamiento abstracto y la resolución de problemas, son comunes a todas las lenguas y recurren a esta zona de conocimiento. A esos niveles el hablante posee lo que Cummings denomina CALP (Cognitive Academic Language Proficiency ), que sería una forma de dominio de la L1 diferente de la que denomina BICS (Basic Interpersonal Communicative Skills), o lo que es lo mismo, destrezas comunicativas interpersonales básicas, las que se tiene de forma natural como nativo y que no demanda demasiado desde el punto de vista cognitivo: la lengua del día a día común.
Os incluyo un panel con diversos materiales explicativos:
PANEL SOBRE LAS TEORÍAS DE JAMES CUMMINS
En fin, hay mucho más que hablar en torno al tema, pero,
hasta aquí, me gustaría saber cómo veis esto de que la preparación académica
entrena nuestro cerebro lingüísticamente facilitando las capacidades que nos
ayudan al desarrollo de una lengua extranjera.